Otras reflexiones

Solidaridad, ser en el otro

“A la luz de la figura de san Alberto Hurtado, podríamos preguntarnos ¿cómo interactuamos unos con otros? ¿Cómo nos relacionamos? ¿Quién soy yo para los otros? ¿Quiénes son los otros para mí? Al responder estas preguntas podremos descubrir la visión que tenemos del ser humano y lo que es vivir en sociedad”.

Dichosos los invitados a comer de la Cena del Señor

“La presencia sacramental del Cristo en la Eucaristía es un acto de donación para nosotros. Su cuerpo y su sangre es la presencia de Cristo que se hace comida de salvación. Comulgar, por tanto, es aceptar la invitación a acoger el regalo más grande que podría hacer: ser nuestro alimento”.

Los abuelos: sabiduría y amor fundamental

“La cualidad de la sabiduría requiere tiempo, reflexión y oración, se elabora a través de los años y es un capital invaluable para la construcción de una sociedad sana, siempre y cuando su contenido se transmita de generación en generación. Resurge así la figura de los abuelos.”

La fragilidad y la finitud de la vida

“La fragilidad de la muerte puede encontrarse en cualquier momento y lugar: en nuestro hogar, entre los nuestros, en el día a día. A veces, un examen médico rutinario nos revela la debilidad de nuestra salud. La finitud no constituye un evento especial, excepcional y previsible. Nuestro fin puede estar en todos lados y en lo más insustancial”.

Jesús, un camino de amor y autenticidad

Jorge Baeza Correa

Año VI, N° 128

viernes 24 de mayo, 2024

El Papa Francisco, en la Jornada Mundial de la Juventud 2023, les insistió a las y los jóvenes que Dios los ama tal cual son: “Chicos y chicas, somos amados como somos, sin maquillaje”.

En los discursos del Papa Francisco dirigido a las y los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud, Lisboa 2023, dentro de los temas que atravesaron sus intervenciones, hay un llamado a la juventud a ser auténticos. La autenticidad alude a una doble dimensión: ser consecuente consigo mismo, mostrándose tal y como se es, pero también se refiere a aquello que es reconocido por la sociedad como cierto y verdadero. En lo primero, la autenticidad habla de una tarea personal; la segunda coloca el énfasis en los otros que pueden acreditar que algo o alguien cumple con los requisitos para ser identificado como auténtico.

No es un llamado fácil de responder. Todos y cada uno de nosotros encuentra siempre motivos para justificar la falta de autenticidad; quizás por eso mismo, el Papa Francisco nos recuerda a este respecto que debemos sabernos siempre amados, acompañados y animados permanentemente por Dios. Solo acogiendo el amor que nos llama, nos acompaña y nos anima se logra la autenticidad en lo personal y en el reconocimiento social.

Solo acogiendo el amor que nos llama, nos acompaña y nos anima se logra la autenticidad en lo personal y en el reconocimiento social.

Jesús nos llama desde el comienzo de nuestras vidas y nos llama por nuestros nombres, simplemente porque nos ama, así como somos. El Papa Francisco le indica a la juventud en Lisboa que no somos la comunidad de los mejores; pero así y todo somos llamados, tal cual somos, con los problemas y limitaciones que tenemos. Dios nos llama y nos ama sabiendo nuestras imperfecciones; no necesitamos frente a Él esconder nuestras grandes o pequeñas miserias, no solo porque las conoce, sino porque nos ama con ellas incluidas.

Jesús camina con nosotros, sabe de nuestras imperfecciones y limitaciones y por ello nos sale a encontrar y nos acompaña en nuestro ruta. El Papa indica en la Jornada Mundial de la Juventud que Dios sale de sí mismo -en la persona de Su hijo- para caminar entre nosotros y lo hace para que los talentos que colocó en cada uno puedan colocarse al servicio de los demás; para que nuestras imperfecciones y limitaciones no nos impidan pensar y actuar en bien de los demás.

Jesús nos invita a buscar y arriesgar. El Papa Francisco les señala a quienes se reúnen en la jornada de la juventud que harían bien en preguntarse no solo ¿dónde estoy?, sino también ¿dónde están mis hermanos? Ya antes, el Papa Francisco, en la Exhortación Apostólica Christus vivit (N° 286), había invitado a la juventud a preguntarse no solo ¿quién soy yo?, sino que también ¿para quién soy yo? Su respuesta, en esa ocasión, fue que sin duda cada uno es para Dios, pero Él quiso que fuéramos también para los demás, y por ello puso muchas cualidades que no son solo para uno. En la reunión de Lisboa invita a los jóvenes a salir de sus burbujas, para correr el riesgo de ser un cristiano practicante. Un auténtico cristiano, afirma el Papa en este Encuentro, no es solo un cristiano convencido, sino también un cristiano convincente. Es alguien que está dispuesto a correr riesgos, para hacer realidad lo que cree, convencido de que Jesús está a su lado.

Jesús camina con nosotros, sabe de nuestras imperfecciones y limitaciones y por ello nos sale a encontrar y nos acompaña en nuestro ruta.

En la Homilía de la Santa Misa de esta Jornada Mundial de la Juventud, el Papa Francisco, tomando el texto de la Fiesta de la Transfiguración del Señor, les dice a las y los jóvenes, que hay tres palabras que se desprenden de la lectura de este Evangelio: Resplandecer, escuchar y no tener miedo. Son tres palabras que son un verdadero programa de vida para ser un auténtico cristiano: El resplandecer, indica el Papa, alude al brillo que nos entrega acoger a Jesús y aceptar la invitación de amar como Él; el escuchar se refiere a la capacidad para atender a lo que Él nos dice mientras camina junto a nosotros, sabiendo de antemano que en escucharlo está todo el secreto y, por último, no tener miedo, donde seguros de su compañía, no se tema correr riesgos si son pensando en los demás.

El Papa les precisa a los jóvenes que uno no se vuelve luminoso cuando se pone debajo de los reflectores y que tampoco cuando mostramos una imagen perfecta; solo se es luminoso al hacer obras de amor. Alienta a quienes indican no saber qué les dice Jesús, a que tomen el Evangelio y lo lean; ello les ayudará a discernir cuáles son los verdaderos caminos y no los simples egoísmos disfrazados de amor. Anima a quienes tienen grandes proyectos, pero que a momentos les vence el pesimismo, a estar convencidos que es Jesús mismo quien les anima a seguir adelante, ya que la iglesia y el mundo necesitan de sus sueños.

Durante esta Jornada Mundial, la invitación del Papa Francisco a ser auténtico nos recuerda que siempre Dios nos ama como somos y no necesitamos una falsa identidad; pero, también, que un auténtico cristiano es quien trabaja incansablemente por un mundo mejor, sabiéndose amado, acompañado y animado por Dios. En este sentido, resulta válido preguntarnos: ¿Algunas veces, para no ser rechazados por los demás, hemos intentado esconder en quién creemos? ¿Nuestro actuar refleja lo que decimos creer? ¿Los demás, al vernos, nos reconocen como cristianos? ¿Somos capaces de arriesgarnos para buscar el bien de los demás?

“No basta con que un cristiano esté convencido, debe ser convincente. Nuestras acciones están llamadas a reflejar la belleza -a la vez alegre y radical- del Evangelio”

Papa Francisco. Encuentro con los jóvenes universitarios. Jornada Mundial de la Juventud, 3 de agosto de 2023

Jorge Baeza Correa
Investigador Adjunto del Departamento de Ética Aplicada de la Universidad Católica de Temuco

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