“¡Profesor, la Iglesia defiende los derechos de los trabajadores!”. Así reaccionaron unos estudiantes de un curso de Doctrina Social de la Iglesia al leer la encíclica Rerum novarum. Aunque escrita en el siglo XIX con un lenguaje distinto, valoraron sus afirmaciones sobre la dignidad del trabajo.
Hace unos meses, el papa León XIV explicó que eligió su nombre inspirado por el papa León XIII, autor de Rerum novarum (1891). Señaló que “la Iglesia ofrece a todos su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial: la de la inteligencia artificial, que comporta nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo”.
¿Tiene vigencia la Rerum novarum hoy? ¿Cuáles son ahora las “cosas nuevas” que reclaman nuestro compromiso ético? Primero, el papa León XIV ha dicho que una de ellas es la inteligencia artificial. Reconoce que puede ser una herramienta útil, pero advierte que debe ser juzgada éticamente desde el desarrollo humano integral.
Rerum novarum fue el primer documento moderno de Doctrina Social de la Iglesia. Esta encíclica (carta circular) inauguró una reflexión ética sobre las realidades sociales, invitando a la acción cristiana. Su título significa “De las cosas nuevas”. ¿Cuáles eran esas “cosas nuevas” del siglo XIX que inquietaron a León XIII? La llamada “cuestión social”: la precaria situación de los trabajadores tras la primera revolución industrial. El Papa asumió el deber pastoral y ético de pronunciarse. León XIII rechazó tanto la propuesta socialista del siglo XIX que buscaba abolir la propiedad privada y promover la lucha de clases como la versión capitalista y liberal de un Estado mínimo.
La propiedad privada, afirma, es un derecho vinculado al deber de cuidar la propia vida y la de la familia, pero debe articularse con el destino universal de los bienes. Rerum novarum llamó a los empresarios a no descuidar la justicia hacia sus trabajadores, destacando derechos como el salario justo y el derecho de asociación (o sindicalización). Asimismo, León XIII afirmó que la Iglesia tiene una misión religiosa en la sociedad moderna, que incluye anunciar exigencias éticas desde la fe y la razón.
¿Tiene vigencia la Rerum novarum hoy? ¿Cuáles son ahora las “cosas nuevas” que reclaman nuestro compromiso ético?
Primero, el papa León XIV ha dicho que una de ellas es la inteligencia artificial. Reconoce que puede ser una herramienta útil, pero advierte que debe ser juzgada éticamente desde el desarrollo humano integral, considerando todas las dimensiones humanas y a todas las personas.
Segundo, tanto el papa Benedicto XVI como el papa Francisco han subrayado la urgencia de garantizar un trabajo decente. Esta propuesta ética coincide en parte con lo que promueven organismos internacionales. Entre los elementos del trabajo decente está la remuneración justa. Los criterios que la Doctrina Social de la Iglesia propone considera la vida digna del trabajador y su familia, su productividad y las condiciones de la empresa y del mercado.
El trabajo necesita un sentido. Las empresas están llamadas a contribuir al desarrollo personal y familiar de sus trabajadores. Para los cristianos, el trabajo es vocación: expresión de haber sido creados a imagen de Dios, con una orientación trascendente.
Tercero, el trabajo necesita un sentido. Las empresas están llamadas a contribuir al desarrollo personal y familiar de sus trabajadores. Para los cristianos, el trabajo es vocación: expresión de haber sido creados a imagen de Dios, con una orientación trascendente.
Cuarto, Rerum novarum sigue vigente porque abrió una reflexión que se profundizó al cumplirse cien años, cuando el papa Juan Pablo II, en 1991, la releyó destacando el papel de las empresas. Estas son organizaciones que, al producir bienes y servicios, se sostienen por la contribución de todas las personas que trabajan en ellas. La cultura ética empresarial es también parte de la doctrina social, que fomenta buenas prácticas.
¿Cómo transformar la sociedad desde mi trabajo? ¿Cómo vivir hoy el espíritu de Rerum novarum en mi ámbito laboral?