Otras reflexiones

Comunidades escolares y comunidades digitales

Los medios digitales, y en particular los ‘medios sociales’ (aquellos en que el usuario es el creador del contenido), son la principal tecnología de comunicación en la actualidad. Van de la mano con el smartphone: sin ese microcomputador de bolsillo, que te permite acceder casi en cualquier momento a la red, las plataformas nunca se habrían masificado tanto.

La vida es esperanza: a treinta años de Evangelium Vitae

San Juan Pablo II en este texto afirma que toda existencia humana posee una dignidad intrínseca, anterior a cualquier reconocimiento externo. Esta dignidad proviene del hecho de haber sido creados a imagen y semejanza de Dios (EV, 34).

La Rerum novarum del Papa León XIII: la vigencia de un trabajo digno y decente

Rerum novarum fue el primer documento moderno de Doctrina Social de la Iglesia. Esta encíclica (carta circular) inauguró una reflexión ética sobre las realidades sociales, invitando a la acción cristiana. Su título significa “De las cosas nuevas”. ¿Cuáles eran esas “cosas nuevas” del siglo XIX que inquietaron a León XIII? La llamada “cuestión social”: la precaria situación de los trabajadores tras la primera revolución industrial.

Maternidad y paternidad como don, no como derecho

"La tasa de natalidad de la gran mayoría de los países está muy por debajo de la tasa de reemplazo (2,1). En Chile es de 1,2. Tampoco es un misterio que las familias más religiosas son también las más fecundas. Las estadísticas lo demuestran ampliamente y lo corrobora la presencia de niños y niñas en las celebraciones eucarísticas de las comunidades parroquiales".

¡Jóvenes, seamos el ahora de Dios!

Ángela Parra M.

Año VII, N° 162

viernes 17 de enero, 2025

“Tengan, por tanto, la valentía de sustituir los miedos por los sueños; sustituyan los miedos por los sueños, ¡no sean administradores de miedos, sino emprendedores de sueños!” (Papa Francisco, Discurso a los jóvenes universitarios, JMJ Lisboa 2023).

Hace algunos años atrás, el Papa Francisco le entregó a la Iglesia y a todas las personas de buena voluntad una exhortación apostólica sobre la juventud y su rol en el mundo de hoy. “Christus Vivit” se titula el documento que hasta la fecha sigue vigente con el mensaje central de que Cristo vive, no es parte del pasado, sino que nos acompaña y guía día a día en nuestro camino de fe. Atendiendo a este llamado es que la Iglesia chilena ha querido congregar a los jóvenes del país en un gran encuentro nominado “Jornada Nacional de la Juventud” en la ciudad de La Serena, donde miles serán parte de esta fiesta juvenil para vivir la fe en comunidad y de manera pública, así como volver a encender los corazones de quienes aún creen que la Iglesia está muerta.

El Papa Francisco ha enfatizado en la alegría misionera que echa raíces en los corazones de la juventud que busca frenéticamente autenticidad, pertenencia, propósito y espiritualidad.

En este año jubilar, bajo el lema “jóvenes peregrinos de la esperanza”, la jornada quiere volver a motivar a los más distanciados, incluso quienes siendo adolescentes no creen porque la fe no les ha sido transmitida o porque la tendencia individualista del mundo moderno nos hace pensar que no necesitamos a Dios. La esperanza que no defrauda (Rm 5,5) es a la cual le confiamos la búsqueda de sentido y la edificación de nuestro futuro, donde la construcción de un mundo mejor sea la hoja de ruta de una juventud que quiere ser escuchada, reconocida y encauzada hacia la primera vocación del ser humano que es amar y ser amados. Este amor que se funda en el corazón de Jesús y “está fuera de ese engranaje perverso y sólo él puede liberarnos de esa fiebre donde ya no hay lugar para un amor gratuito. Él es capaz de darle corazón a esta tierra y reinventar el amor allí donde pensamos que la capacidad de amar ha muerto definitivamente» (DN, 218).

Jóvenes, seamos el ahora de Dios y entreguemos el corazón, la mente y las manos a la construcción del reino; no descansemos hasta que el mundo brille con el color de saber que Jesús nos ama.

Pensar el rol de los jóvenes en la Iglesia hoy no se puede escindir del rol de todos los otros agentes en la creación de una comunidad eclesial sinodal que, así como se preocupa de aquellas cuestiones relevantes para el trabajo pastoral, se debe enfocar con gran ahínco en el reconocimiento de los jóvenes como protagonistas del presente y obreros de un futuro mejor. El Papa Francisco ha enfatizado en la alegría misionera que echa raíces en los corazones de la juventud que busca frenéticamente autenticidad, pertenencia, propósito y espiritualidad. “Tu Palabra es una lámpara para mis pasos, una luz en mi sendero” (Salmo 119, 105), dice la cita bíblica que inspira este encuentro y que vuelve a relevar el hecho de que la palabra de Dios es indispensable para los jóvenes deseosos de ser una Iglesia viva.

Jóvenes, seamos el ahora de Dios y entreguemos el corazón, la mente y las manos a la construcción del reino; no descansemos hasta que el mundo brille con el color de saber que Jesús nos ama. Tenemos en nuestra cancha la conducción de la barca que quiere remar mar adentro hasta encontrarse con nuestra esencia de hijos muy amados de Dios. Hagamos frente a las crisis con esperanza, al dolor con el sentido y a la soledad con encuentro; solo nosotros, jóvenes impetuosos, pero bien intencionados podremos marcar el paso de una Iglesia que quiere seguir convocando a todos y todas que independiente de la edad pueden conocer a un Jesús siempre joven que “ha resucitado y nos quiere hacer partícipes de la novedad de su resurrección. Él es la verdadera juventud de un mundo envejecido, y también es la juventud de un universo que espera con «dolores de parto» (Rm 8,22) ser revestido con su luz y con su vida” (CV, 32).

¿Estoy dejando entrar a Cristo en mi vida juvenil como verdadera fuente de felicidad y plenitud? ¿Cómo puedo encontrarme en esta jornada nacional de la juventud con el verdadero rostro de Cristo? ¿Cuáles son los desafíos que tengo en mi comunidad de Iglesia local como joven y constructor del reino?

“Sólo cuando descubren a Jesús caen en la cuenta: ‘Esto era lo que yo esperaba’. Y nosotros, cuantos más amigos seamos de Jesús, tanto más podremos abrir el corazón a los demás, para que también ellos sean realmente jóvenes, es decir, para que tengan ante sí un gran futuro”.

Benedicto XVI, Discurso “¿Por qué es hermoso ser joven?”, Génova, 2008.

Ángela Parra M.
Directora de Pastoral y Cultura Cristiana de la Pontificia Universidad Católica de Chile

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