Deporte y vida cristiana: ¿tendrán algo que ver?
- Jorge Silva B.
- 19 septiembre, 2025
El deportista entrena su cuerpo para la carrera mediante el ejercicio diario, el cristiano entrena su alma para el encuentro con Dios mediante la oración cotidiana y las buenas acciones. En ambos casos vemos que no son prácticas aisladas. Deben ir acompañadas con una buena alimentación, rutina de sueño y hábitos saludables. Si no, dejan de ser fructíferas y se pueden abandonar fácilmente.