Otras reflexiones

El primer domingo de Adviento. Cuando la ciencia y la fe se encuentran

“Hay algo que la ciencia no puede responder y eso está en dominio de la fe. Y ahí es donde el Adviento entra en mi corazón. Este primer domingo no es simplemente una fecha que aparece en el calendario litúrgico; es una puerta abierta para creer, para la fe".

Recordando el gran y santo concilio de Nicea

“Lo que los proclamaron los Apóstoles y lo que definieron los Santos Padres marcaron la fe de la Iglesia de un sello de unidad. (Liturgia bizantina)”.

Dialogar para encontrarnos

“Para dialogar necesitamos sentarnos con la otra persona, encontrar tiempo en común, poner atención a lo que nos dice, en un encuentro auténticamente humano y, por lo tanto, auténticamente cristiano”.

Dios te salve María, llena eres de gracia

María me acompañaba en silencio, porque sí, porque las madres quieren a sus hijos. Y es que lo más hermoso del amor es su gratuidad. “Todo es gracia”, le dijo el Padre Hurtado a mi padre. “Todo es gracia”, murmuró Santa Teresita de Lisieux en su lecho de muerte. “Todo es gracia”, escribió Georges Bernanos en su Diario de un cura rural. “Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es un don de Dios”, señala San Pablo (Efesios 2,8).

Retroalimentar es construir comunidad

Juan Carlos Ferrer O.

Año VII, N° 186

viernes 4 de julio, 2025

“Todo comienza a andar mejor cuando aceptamos que nunca dejaremos de aprender de los demás”.

¿Cuándo fue la última vez que alguien te dijo algo que te ayudó a mejorar? En mi vida, las mejores lecciones han venido de la retroalimentación que otros me han ofrecido con cariño y honestidad. Todo comienza a andar mejor cuando aceptamos que nunca dejaremos de aprender de los demás.

Para crecer como personas, es fundamental reconocer nuestras fortalezas y debilidades. En ese camino, la retroalimentación (feedback) se vuelve esencial: es una forma de mirar al otro sin juicio, con el deseo de ser un aporte en su proceso de crecimiento. Retroalimentar es, literalmente, alimentar al otro desde lo que vemos en él. Y también es estar dispuesto a recibir ese alimento. Quienes lideramos grupos o empresas necesitamos estar abiertos a este ejercicio mutuo.

Cuando miramos, escuchamos y valoramos el trabajo de cada persona, también asumimos la responsabilidad de ser parte activa de su crecimiento.

Dar y recibir retroalimentación nos permite conocer y re-conocer el valor del otro, tanto en cuanto a su ser persona como por su aporte a una misión compartida. Esa mirada sincera y respetuosa nos enriquece y nos ayuda a valorar la diversidad, que no solo hace posible una mejor empresa, sino también una verdadera comunidad.

En el trabajo, formar comunidad («común-unidad») significa tener un propósito común que nos une y dignifica. Esa comunidad es trascendente porque, como dijo el Papa Francisco, «participa creativamente en el proyecto de Dios».

La retroalimentación exige honestidad y respeto de quien la entrega, y humildad y confianza de quien la recibe. Una mirada puramente económica nunca logrará los frutos humanos que emergen cuando se valora a las personas como parte esencial de una comunidad que aprende y crece junta.

Retroalimentar es, literalmente, alimentar al otro desde lo que vemos en él. Y también es estar dispuesto a recibir ese alimento.

Cuando miramos, escuchamos y valoramos el trabajo de cada persona, también asumimos la responsabilidad de ser parte activa de su crecimiento. Todas las personas en una empresa son importantes, y es tarea de todos asegurarnos de que lo sientan así.

Retroalimentar puede parecer algo simple y cotidiano, pero requiere preparación, delicadeza y un profundo amor por el otro para que sea verdaderamente transformador. Como decía la Madre Teresa de Calcuta: «debemos hacer las cosas ordinarias con un amor extraordinario».

¿Qué podrías mejorar si pidieras retroalimentación sincera hoy? ¿A quién podrías ofrecerle una palabra que lo impulse a crecer? ¿De quién has recibido una retroalimentación y cómo ha influido en ti para ser una mejor persona y un mejor profesional?

Te invito a intentarlo. ¡Vale la pena!

“El Papa Francisco, en muchos discursos dirigidos precisamente al mundo de los empresarios, les ha llamado a ser testigos de esperanza, construyendo nuevas relaciones precisamente dentro del lugar de trabajo”.

Monseñor Francesco Savino, con motivo del Jubileo de Trabajadores y Empresarios, en misa celebrada en la Basílica de San Pedro (Roma) el 3 de mayo de 2025.

Juan Carlos Ferrer O.
Profesor titular de la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile

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